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El poder de la educación

Una sociedad educada, en pro de mejorar las condiciones de vida, en pro de analizar problemáticas conflictos, males que afectan a la sociedad, requiere de una disciplina, una trascendencia generacional ligada al desempeño productivo, de aprendizaje que denominamos legado, una construcción que se hace cada generación mejorándola hasta casi llegar a la perfección, por esto requiere de modelos educativos no politizados, ni ideologizados, una total libertad hacia el aprendizaje, al conocer, al descubrir al ensayo a la prueba y error, por esto es un gran dilema si debería ser paga o no, si debería estandarizarse o dejarla al libre albedrio, lo que si es cierto es que el poder el crecimiento de una sociedad y se le debe dar todo ese poder ya que es transformador, se deben enseñar diferentes disciplinas, siempre ligadas a la vocación y a las habilidades interpretativas o de raciocinio del individuo pensante, esto requiere de presupuesto, ya que a punta de lengua y tiza (como decían antes) se logran grandes desafíos, se resuelven y se dicen grandes proyectos, requieren grandes presupuesto, porque se le debe pagar al que enseña, porque dentro del eslabón de la educación cumple un papel transcendental, por eso se le deben brindar siempre las garantías necesaria para ejercerlas a cabalidad, se requiere presupuesto para la compra de equipos de medición, de monitoreo, etc., etc. Porque son estos equipos los que brindan los insumos o son el medio por el cual se llega al destino –por ejemplo- la cura de una enfermedad, el invento de los celulares, el internet, todo esto parte de una necesidad, es por esto que se requiere una sociedad civilizada, educada y constructiva no en beneficios del mercado, si no en pro de la sociedad.


Por una educación de fácil acceso, con recurso para operar productiva y eficientemente y por una condición digna para quien ejerza la labor de docente y alumno, para que siempre este en los primeros lugares de prioridad y necesidad ¡Que viva la educación!

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