Olvidar el favor ofrecido desinteresadamente,
por el simple hecho de no hacernos daño nosotros mismo. Puede resultar
compensatorio para nosotros mismo, porque puede ser un traspié fortuito y nos
llenara de grandes experiencias futuras.
Así como cuando un niño aprende a montar
bicicleta logra estabilizarse después de muchas caídas y muchos raspones, o
logra mantener el equilibrio por el mero hecho de no aparearse.
Dar sin recibir nada a cambio, es un hecho
altruista pero cuando es meditado, pero cuando esperas el beneficio puede
resultar lacerante porque entras a cuantificar costo beneficio, realmente el
que pide prestado dinero es por qué el que le ingresa no lo sabe administrar, o
es porque tiene un mal habito financiero, legalmente un banco te quita todo,
aunque si vamos al tiempo donde el trueque era vital para cualquier negociación
donde primaba la palabra y esta tenia más valor que sobre todas las cosas, se
empeñaba la palabra así esta significara alguna perdida, hoy en día simplemente
lo medimos con números se gana o se pierde tener palabra se convirtió en algo
de bolsillo sobre todo para las nuevas generaciones, puesto que ya la palabra
no vale lo mismo hoy que lo que valía en el pasado se ha desvalorizado a tal
punto que no vale casi nada.
Por eso, aunque se pierde en dinero, se
gana en tranquilidad encontrarse con uno mismo, y mirando desde una
retrospectiva ese dinero que te pagara te deja uno alta ganancia no en lo
material, si no en la experiencia de vida, pues el dinero es una fantasía, pero
el dinero es una fantasía, pero una verdadera amistad si vale oro y es un
tesoro que pocos logran encontrar.
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