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A quien le das tu dinero

Cada compra patrocina o lleva a mantener en el tiempo a determinada empresa, grupo u organización, cada peso de nuestro bolsillo que sacamos para comprar un producto lleva un porcentaje de ganancias a grandes corporaciones.

Así como los impuestos sostienen a las grandes élites políticas y corruptas de una región así sostiene nuestros pesos que invertimos comprando -votando-  cualquier producto -candidato- por eso no es una decisión fácil a la hora de comprar y patrocinar a los verdaderos productores y no a las grandes corporaciones o intermediarios.

Puesto que como pasa en las elecciones solo nos ofrecen ciertos productos -candidatos- ya procesados y para nuestro consumo, sin la etiqueta de que hay detrás y cual es su origen, lo cual solo nos da la opción de escoger, solo lo que allí hay, por eso la invitación es apoyar siempre a la gente pobre del común, sin un gran sistema de producción, a invertir en lo local, a no dejarnos llevar por lo que nos quiere imponer la economía.

 A buscar y aportar nuestro grano de arena, para construir una mejor sociedad, pero tomamos atajos y nos gusta lo inmediato, lo empacado, listo para el consumo, la facilidad, el menor esfuerzo, el sedentarismo, el consumo, el compro y desecho.


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Holgazanear

Cuántas horas al día improductivamente gastamos en entretenimiento. Por eso, la invitación es pasar esas horas diarias en pendejadas y usarlas para algo más grande. Esos pequeños pasos hacia un objetivo grande y no simple banalidad que solo activan dopaminas que generan satisfacciones momentáneas y con el tiempo adicciones. No ser un producto, sino hacer el producto, no que el mercado nos de las pautas, sino que nosotros generemos el ecosistema necesario, más saludable, enfocado en la privacidad, en la descentralización, en el monopolio si no en la comunidad, para beneficios no personales sino de grupo.