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Udearroba

La plataforma pero manejada del pais, simbolo de mediocridad respaldada de una de las mejores universidades del pais que lleva ya muchos años formando al pais en base a la excelencia, por el simple hecho de aumentar cobertura regional, se inventaron ofrecer clases en modalidad virtual, un proyecto irreal, improvisado, que acaba con el prestigio de la universidad.

Para comprobarlo no es sino entrar a su plataforma, clases donde el profesor no sabe usar las herramientas y que no dejan nada productivo por su improvisación, no queda mas que una burda videollamada de un fin de semana con los amigos, profesores mediocres pagados por hora cátedra que no les interesa ni una misera que sus estudiantes aprendan si no facturar, los problemas son la falta de innovación y lo mal administrada que esta la plataforma, udearroba es la universidad cartón de Colombia, donde las clases que reciben en la semana, son hechas con herramientas precarias y sin preparación en base a lo mal administrado que se encuentra, se han intentado con livestream, wiziq, pero van de fracaso en fracaso, solo les interesa cumplir con la hora de conexión estipulada en la plataforma a son de nada, a base de lo que repito e insisto nulo contenido.

Es preocupante de como forman sus ingenieros cursos de vital importancia como son las ciencias básicas son tiradas a esa mediocre plataforma dando como resultado una gran desercion y los que siguen quedan con muy malas bases para su carrera lo que dará una posterior deserción y si eso ocurre en las ciencias básicas, imagínese de cursos mas avanzados, tristemente deja mucho que lamentar, invito a la universidad a tomar medidas y basarse en plataformas de educación virtual que son verdaderos modelos a seguir como platzi, coursera, udemy, edx, etc. O apoyarse de los departamentos de modalidad presencial, que tiene mucho talento, demasiado, para sacar adelante la plataforma digna de tan prestigiosa universidad.

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Cuántas horas al día improductivamente gastamos en entretenimiento. Por eso, la invitación es pasar esas horas diarias en pendejadas y usarlas para algo más grande. Esos pequeños pasos hacia un objetivo grande y no simple banalidad que solo activan dopaminas que generan satisfacciones momentáneas y con el tiempo adicciones. No ser un producto, sino hacer el producto, no que el mercado nos de las pautas, sino que nosotros generemos el ecosistema necesario, más saludable, enfocado en la privacidad, en la descentralización, en el monopolio si no en la comunidad, para beneficios no personales sino de grupo.